Día 5: Ait Benhaddou – pista de los Glaouis – Marrakech (Arnakech) – Imlil



A primera hora de la mañana, visito la kasba de Ait Benhaddou, impresionante, y sigo adelante por la pista de los Glaouis.



La pista es de dificultad nula, pero espectacularidad máxima.




La principal complicación es que transcurre entre 500 y 1000 metros de altura, y el calor se hace notar en mí y en la Afrika.



Y tanto conducir en primera y segunda, pocos tramos de tercera y ninguno de cuarta y quinta, hace que el ventilador no pare de funcionar, por lo que hago alguna paradita a la sombra para bajar la temperatura.




Después de unas cuatro horas llego a Telouèt, donde de nuevo cojo el asfalto, que no me abandonará ya hasta el final del viaje. He acabado las pistas, que tantas emociones me han dado y que harán, seguro, que vuelva a Marruecos.



En Telouèt aprovecho para visitar la alucinante kasba glaoui que domina el pueblo, destrozada por fuera, pero que en su interior guarda la sorpresa de unos salones bellamente decorados.




Finalizo la visita para acabar de subir el puerto Tizi-n-Tichka, me como un plato de ternera y una ensalada marroquí en Taddert y aprieto el paso para llegar a Imlil antes del anochecer.



A Imlil ya le llaman el Chamonix marroquí, pues es el punto de partida para la ascensión a la montaña más alta de Marruecos, el Toubkal. Hago tratos con el dueño de un garaje para dejar la moto durante los dos o tres días que dedique a hacer trekking por el parque nacional del Toubkal.



No hay comentarios: